tag:blogger.com,1999:blog-66518083511127263372024-03-14T15:41:35.016+01:00La senda de TrapiAndrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.comBlogger47125tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-59773151564629579822023-11-01T17:18:00.001+01:002023-11-01T17:20:18.622+01:00Cuando una reportera de radio se echó en mis brazos en el Cementerio de León.<p> </p><p><br /></p><blockquote style="border: medium; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: medium; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3To7WWWfu5KP1bJqGBC9bzDxD0eItXiwFXedxwxJ-wQMMy3Kvb97Ax404KSY17v0GHd9zaHmtT-N_uAPKgbYi177upVZV4xp-SjjxlgD4R5RLKGu27VtT6AowlvUYghTkY48G69ibkDj9Sz36QdFjnXunLm0alS5CIA2YSsxdKWz8WFFfQhTzfdbWRYG1/s960/2022-05-05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3To7WWWfu5KP1bJqGBC9bzDxD0eItXiwFXedxwxJ-wQMMy3Kvb97Ax404KSY17v0GHd9zaHmtT-N_uAPKgbYi177upVZV4xp-SjjxlgD4R5RLKGu27VtT6AowlvUYghTkY48G69ibkDj9Sz36QdFjnXunLm0alS5CIA2YSsxdKWz8WFFfQhTzfdbWRYG1/s320/2022-05-05.jpg" width="320" /></a><br /></blockquote></blockquote><blockquote style="border: medium; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: medium; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: medium; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><br /></blockquote></blockquote></blockquote><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;">Mi responsabilidad gestionando los Servicios Funerarios municipales en 1987, propició que una emisora local me requiriera para hacer un reportaje matinal en directo desde el Cementerio de León en fechas cercanas al Día de Todos los Santos.</span></p><p><span style="font-family: arial;">Llegó la reportera al Cementerio y comenzamos un pequeño recorrido sorteando las tumbas mientras iba contestando las diferentes preguntas que me hacían la Directora del programa y la Reportera, a la que notaba una cierta inquietud y desasosiego a medida que le explicaba las gestiones para traer los restos del Padre Isla, que estaban en una Basílica romana, para depositarlos en el Pabellón de Hombres ilustres de la Provincia; o las obras de reforma y ampliación del Cementerio “para darle una nueva vida”, había comentado yo días antes en otra emisora; o el del musulmán que se había enterrado de culo a la Meca y hubo que exhumarlo para dejarlo de cara; o la supresión del tapiado del Cementerio Civil; o…</span></p><p><span style="font-family: arial;">Llegamos al final del recorrido, al edificio donde se encontraba la sala de frigoríficos para cadáveres, en uno de los cuales estaba desde meses antes el de un extranjero en espera de trámites legales. No quiso entrar y lo hicimos enfrente, en la Sala de Autopsias.</span></p><p><span style="font-family: arial;">Era un día un poco gris y ventoso, y aquella fría sala con las ventanas y puertas abiertas, con la mesa de disecciones y demás aparatos propios, aumentó el desasosiego de la reportera que dio un grito enorme, que me recordó la escena de Hitchcock con la mujer en la ducha, porque una corriente de aire provocó el cierre de la puerta con gran estruendo. </span></p><p><span style="font-family: arial;">El micrófono terminó en el suelo y ella se abanlanzó hacia mis brazos.</span></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-74383232916281341252022-09-14T19:20:00.005+02:002022-09-21T10:25:36.083+02:00Así lo viví, así lo cuento.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZRbztdgTokvv8zxB297rKDDa0WhJdy0w18Nud2n5IyL8loIlR3ZyZomCuvXsYOZQ16maYWBLQe60Vz-jS-4UyGzQrsv8NXvik9dg80pPyq5Z80LsJWfkmpqF3aljamNX8mvADclryVv7huV1IjQN71rwg29p6C5qZ9IMJ0Jtlakrf-YC_l2aeB8IT6w/s3122/La%20Negrilla.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2340" data-original-width="3122" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZRbztdgTokvv8zxB297rKDDa0WhJdy0w18Nud2n5IyL8loIlR3ZyZomCuvXsYOZQ16maYWBLQe60Vz-jS-4UyGzQrsv8NXvik9dg80pPyq5Z80LsJWfkmpqF3aljamNX8mvADclryVv7huV1IjQN71rwg29p6C5qZ9IMJ0Jtlakrf-YC_l2aeB8IT6w/s320/La%20Negrilla.jpg" width="320" /></a></div>
<p class="MsoNormal"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Se me
amontonan situaciones, escenarios, ambientes de años de la vida política que
quiero ordenar, relatar, poner negro sobre blanco en mi blog La Senda de Trapi. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Es mi
relato de lo vivido, sin más. No lo quiero someter a valoraciones o polémicas
sobre las diferentes circunstancias que voy a narrar en diferentes relatos. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Así lo viví y así lo
cuento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Padre
escribía parte de sus memorias pulsando las teclas redondas de letras amarillentas
y cerquillos plateados de la Remington. Era como una liturgia coger el folio de
color pajizo, el papel carbón y otro de papel cebolla, ajustarlos con pequeños
golpes sobre la mesa e introducirlos en el carro de aquella Remington que,
aunque era portátil no hizo apenas viajes, pero sirvió para que mis dedos
infantiles comenzaran a familiarizarse con la mecanografía. Hoy son las teclas
del ordenador las que me sirven para poner una letra tras otra y contar parte
de mi vida dedicada a la política, que contribuya a hacer la pequeña historia
de un León de aquellos años ochenta con muchos cambios sociales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Tres carpetas
con hemeroteca de prensa, fundamentalmente local, folios de borradores para
reuniones del Partido Alianza Popular, o para intervenciones en plenos del Ayuntamiento o de
la Diputación. O el escrito firmado con el compromiso de votar al candidato de
AP para Alcalde en las Elecciones Municipales del año 1987, que fue el origen del
Pacto Cívico en el Ayuntamiento de León, tan atacado por el espíritu caciquil
de la ciudad; pero que, sin embargo, apoyaron públicamente sectores
intelectuales de la Provincia. Fue Emilio Martínez Torres, con una amplísima actividad
en León por la cultura y la enseñanza, quien en dos ocasiones me dijo <i>estáis
haciendo historia en León.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pasan
por mi mente muchas de las situaciones vividas con personajes y personajillos
en aquellos años, de los que únicamente mencionaré sus nombres si lo considero
estrictamente necesario. Relataré ambientes y circunstancias que pueden
explicar actitudes y posiciones muchas veces distorsionadas, disimuladas o
realmente misteriosas en el momento que se produjeron. No pretendo analizar hoy
aquello, que se produjo en el contexto de los años ochenta del siglo pasado; solamente
quiero contar.</span></p>
<span style="mso-bookmark: _Hlk114074057;"></span>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Tuve
la suerte y la desgracia de haber vivido la política, no de la política. Suerte
por haber podido llevar a cabo algunas realizaciones para mis paisanos de León. Unas
conocidas y otras totalmente anónimas, pero que han contribuido a mi mayor
satisfacción interna al haber aportado algo a la sociedad, y que me han permitido
dormir a pierna suelta. Pero también la desgracia por haber conocido situaciones
de los guisos en las cocinas de los partidos, que me repelen. Tengo que
reconocer que, en mi caso, la maquinaria del aquel partido AP me arrolló sin
piedad: los de Génova y también los de León. Y, sin embargo, aún me hace
sonreír cuando recuerdo que algunos de mis correligionarios de la organización
política me calificaban en aquellos años como <i>el rojillo del Partido</i>. Pero
se compensaba con aquellos otros políticos que se encuadraban en los partidos de
izquierdas y llamaban <i>facha</i>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Siempre
he procurado aplicar en mi vida más la evolución que la revolución; aunque unos
no lo entiendan y otros no lo toleren. <i>Me tienes confundido</i>, me decían, <i>porque has militado en un partido conservador y, sin embargo, tienes muchas
ideas progresistas. </i>Y es que ideológicamente ¿dónde está la verdad?, ¿la verdad
absoluta?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">La
comodidad para muchos seres humanos es amoldarse a un sistema que no cambie,
que no necesite pensarse.<o:p></o:p></span></p>Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-68887511255334311622020-11-24T10:52:00.002+01:002022-09-12T22:04:21.314+02:00"No le tengo miedo"<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUpiOjZe1s-WKgfp4ygzVquEEOB0u8Fc-COK8IDpH5xSxNNduFAJbPcalb56IEwk3_AG0GOBvE8aMe674ELjJb-VVuA4oYWKQqmTS0kKgn8mgIVIY8TJ1WdkXgOyy_-SrS-UqMDfn0aHWB/s960/vi%25C3%25B1eta+LOLO.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="960" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUpiOjZe1s-WKgfp4ygzVquEEOB0u8Fc-COK8IDpH5xSxNNduFAJbPcalb56IEwk3_AG0GOBvE8aMe674ELjJb-VVuA4oYWKQqmTS0kKgn8mgIVIY8TJ1WdkXgOyy_-SrS-UqMDfn0aHWB/s320/vi%25C3%25B1eta+LOLO.JPG" /></a></div><br /> <p></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; text-align: center; white-space: pre-wrap;">(Viñeta de Lolo León)</span></p><span id="docs-internal-guid-daaefc4c-7fff-0adf-c1d8-08f30c4597ad"><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Era esa tarde de domingo familiar que buscábamos mi mujer y yo para
disfrutar llevando a los hijos al Club, al Casino de León, para que jugaran con
los amigos mientras nosotros arreglábamos el mundo en amena charla con otros
matrimonios jóvenes. Los niños corrían por la terraza o se entretenían con
diferentes juegos en el local habilitado para ellos, mientras sus madres
conversaban sentadas en las mesas<b>.</b> Aquella tarde, yo comentaba
diferentes aspectos profesionales y sociales con un amigo en un extremo de la
barra de la cafetería. Había un ambiente sosegado, apurando las últimas horas
de asueto de un día festivo antes de volver a casa para bañar a los niños,
prepararles la cena y poder entrar en el relax antes de ir a dormir.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Pero algo pasaba porque la Cafetería quedó prácticamente en silencio. El
murmullo de las conversaciones cesó y las miradas se dirigían insistentemente
hacia la puerta de entrada. Yo, desde la esquina de la barra del bar, también
miré expectante ante la aparición de algo extraordinario que podía aparecer y
que presagiaban las miradas y algún cuchicheo de curiosidad. Mi rostro debió de
expresar un rictus de extrañeza y continué la charla con el amigo. Al tiempo,
dos personas entraron presurosas en el recinto y se dirigieron hacia las mesas
para informar de lo que ocurría. </span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Y fue Candelas, amiga y compañera de profesión de Merce, la que nos
interrumpió a mi amigo y a mí dándome un beso y anunciándome que llegaba José
María Aznar. Pero no fue solamente ella; algunos de los que se encontraban
sentados en las mesas o en la barra, también se acercaron y me demostraban su
amistad con abrazos ostensibles mientras aparecían por la puerta<b> </b>José
María Aznar, Presidente de la Junta y del partido Alianza Popular, con dos
acompañantes.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Me sentía abrumado por tanta expresión de cariño, de apoyo ostensible y me
faltaba espacio para corresponder a los besos y los abrazos.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Como si se tratara de un paseíllo en los toros, Aznar y los dos prebostes
del Partido que le acompañaban, un hombre y una mujer ya fallecidos, desfilaron
entre las mesas hasta la otra punta de la barra. No creo que Aznar me viera al
encontrarme tan rodeado de la gente que se había acercado hasta mí.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Mientras pedían y les servían las consumiciones, el hombre que acompañaba a
Aznar observaba el revuelo que había causado su llegada, quizás esperando que
alguien se acercara a saludar al Presidente; aunque la respuesta fue la misma
soledad con la que llegaron.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">El ambiente se fue relajando y se volvió a las conversaciones
interrumpidas, y yo continuaba rodeado de cariños.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">Aquellos tres espadas que habían hecho el paseíllo, comenzaron a charlar
sin reparar que cerca de ellos se encontraban dos personas que hicieron caso
omiso a los vecinos recién llegados, pero que su proximidad casi les tentaba a
entrar en su conversación. Porque el segundo espada, el varón que había
escudriñado cada rincón de la cafetería, quizás tratando de explicarle al líder
el por qué aquellos socios del Club estaban a mi alrededor, y ellos tres
seguían siendo tres, le manifestó</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 53.45pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 13.3333px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">-</span><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt;">Está ahí Trapiello.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt;">La contestación del todopoderoso Aznar, imagino que con ese rictus tan
característico cuando está contrariado, le contestó<b>:</b></span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 53.45pt; mso-list: l0 level1 lfo3; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 13.3333px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">- </span><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt;">No le tengo miedo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">No era
la primera vez que estaba José María Aznar en el Club Casino de León.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Unos meses
antes, previo a las Elecciones Municipales y Autonómicas de 1987, yo le había
acompañado al Club para que el periodista Juan Pérez Chencho le hiciera una
entrevista. Ese mismo día acompañé a José Maria hasta la casa de Juan Morano,
el candidato independiente a Alcalde, para una charla que había concertado con
él, y que, por lo acontecido en las fechas posteriores, fue totalmente
diferente a la de Chencho. Yo no estuve presente, le esperé tomando un café en
la Cafetería Cantábrico; bueno, dos, porque debieron conversar mucho. Y es que
aquella candidatura Independiente competía al Ayuntamiento de León y no a la
Junta de Castilla y León; y José María Aznar y su partido AP se presentaban a
las dos elecciones. Es decir, existían unos votos <i>perdidos </i>de los electores independientes con fuerte base leonesista<i> </i>para la Junta, que solamente votaban a la
candidatura independiente al Ayuntamiento, y aquellos votos Aznar no los podían
desperdiciar. Porque para el entonces candidato a presidir la Junta de Castilla y
León, aquel voto leonesita le podían favorecer para conseguir ganar las
elecciones y ser el Presidente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Insisto,
yo no estuve presente en la reunión entre Aznar y Morano; no soy notario de
aquella conversación; pero la imaginación hay veces que juega conmigo. En este
caso, por todas las circunstancias que rodearon aquellas elecciones, la novelo:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Aznar:
Trabaja para que tus votos a la alcaldía se conviertan en votos a la Comunidad
para mí.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Morano:
Garantízame que los concejales que salgan de AP en las municipales, me votarán
a mí para Alcalde.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Sondeos
serios para aquellas elecciones municipales y autonómicas no auguraban una victoria
clara para Morano a la alcaldía, ni a Aznar para la presidencia de la
Comunidad. La estrategia era perfecta para conseguir el poder. Los peones del
uno y del otro ya podían comenzar la Campaña Electoral.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Y recordé a Maquiavelo y su libro El Príncipe: Cualquier medio es
válido para conseguir el objetivo, el Poder. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">José María Aznar era así; y en las relaciones con él había que tener presente que
tratabas con una persona soberbia, quizás para disimular su inseguridad, su
complejo social, y que manipulaba a quien pudiera con el fin de conseguir sus
fines personales.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Era
primeros de diciembre de 1987, y mi prioridad como concejal en el Ayuntamiento
de León, como Presidente del Servicio de Aguas y respaldado por todo el equipo
de gobierno del Pacto Cívico, era solucionar el problema de suministro de agua
a la Ciudad que, invariablemente, todos los años sufría restricciones en verano,
porque la aportación de la toma de agua del rio Torío en San Feliz y la cuota del
pantano Luna no eran suficientes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Eso se
soluciona con la construcción de tres artesianos más en terrenos municipales –
sentenció en varias ocasiones Juan Morano.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">El
Ayuntamiento del Pacto Cívico había marcado un libro de ruta en la tramitación
de la Traída del Porma, que era un proyecto redactado por el Ministerio de
Obras Públicas y que recibió la Junta de Castilla y León cuando se constituyó
como Comunidad Autónoma, pero que dormía en algún cajón de la Consejería de
Fomento.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">En
aquella tramitación del expediente para ponerlo en marcha, los técnicos de la
Consejería de Fomento debían emitir un informe preceptivo que permitiera llevar
a cabo las expropiaciones para unos treinta kilómetros de tubería, y la
realización del proyecto de las obras cuantificadas en cinco mil millones de
pesetas, que en su mayoría aportaba la Comunidad Económica Europea.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Buenos
días, Presidente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Aznar
levantó levemente la cabeza y masculló también un buenos días.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ya me
dijeron que venías a verme – continuó mientras firmaba unas tarjetas de
Navidad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ya
sabes, José María, que estamos tramitando la construcción de la Traída de Aguas
del Porma y llevo esperando por el informe de la Consejería de Fomento desde
hace más de un mes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">¿Qué
vas a hacer con el pacto en el Ayuntamiento? ¿Seguirás apoyándolo? – contestó.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Eran
muchas las tarjetas de felicitación navideñas y continuaba firmándolas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">José María, ya me llamaron ayer por teléfono, en cuanto se enteraron que venía, para
insinuarme que hablara contigo del Pacto Cívico del Ayuntamiento, y que podía rectificar; pero no
he venido a eso. Mira -continué-, vengo para decirte que quisiera, que el
informe que tiene que emitir la Junta, debe llegar al Ayuntamiento en el plazo
de una semana, porque si no tendré que convocar una rueda de prensa para
explicar por qué no continúan los trámites, por qué se ha estancado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Levantó
nuevamente la cabeza de las tarjetas navideñas que seguía firmando y me lanzó
esa mirada encendida de reproche que yo ya estaba habituado a ver en él.
Descolgó el teléfono, marcó un número y<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Juanjo
(Juan José Lucas), va Trapiello a hablar contigo sobre el tema de la Traída de
Aguas del Porma.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Vete a
ver a Juan José – me dijo mientras volvía a firmar tarjetas navideñas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 53.45pt; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Que
tengas buen día – le contesté mientras abandonaba el despacho.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: arial;">Y aquel
informe llegó a los pocos de días de mi visita.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p><br /><p></p></span>Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-12510533651545763942017-10-22T22:19:00.002+02:002017-10-22T22:19:56.230+02:00Una foto<span style="-webkit-tap-highlight-color: rgba(0, 0, 0, 0);">"El secreto de una buena fotografía es el alma" </span><br />
<span style="-webkit-tap-highlight-color: rgba(0, 0, 0, 0);">(Andrés Martínez Casares).</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBRlwDnzLM3RH8uVw0MBYXqwARMobWXntcuCZDsMDObC3mmPKfnunp388uKlyj9R0qCZrrY4WiTh_wt-TCnf3h7XTCKKzM4Rg8meSlxl54X7Lvy3Nkz7ovj1IWMNfPA1hyNr8NiDMluWYz/s1600/boadilla+ago11+%252819%2529+1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBRlwDnzLM3RH8uVw0MBYXqwARMobWXntcuCZDsMDObC3mmPKfnunp388uKlyj9R0qCZrrY4WiTh_wt-TCnf3h7XTCKKzM4Rg8meSlxl54X7Lvy3Nkz7ovj1IWMNfPA1hyNr8NiDMluWYz/s320/boadilla+ago11+%252819%2529+1.JPG" width="320" /></a></div>
<span style="-webkit-tap-highlight-color: rgba(0, 0, 0, 0);"><br /></span>Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-29015318978238868072017-01-05T21:11:00.000+01:002017-10-20T22:15:05.055+02:00Habitación 346<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq1AppRG7NbKzAYRsAhaS8OlY-x8huQStjVPwhVsEAXTKt5Cm2ayiEc3ajlCpbywAt46w-uO-lICIhSHPytwwUG0Zce24uWbnWcMjw4pkAEceRfXlzMkX0tFCk6It8RYPxsfLLOIiEmr1O/s1600/IMG_1201.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq1AppRG7NbKzAYRsAhaS8OlY-x8huQStjVPwhVsEAXTKt5Cm2ayiEc3ajlCpbywAt46w-uO-lICIhSHPytwwUG0Zce24uWbnWcMjw4pkAEceRfXlzMkX0tFCk6It8RYPxsfLLOIiEmr1O/s320/IMG_1201.JPG" width="180" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Deseabas
que llegara el fin del pasillo y yo no quería que tuviera final; querías refugiarte
en aquella habitación 346 del hospital para dejarte ir. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Y me
costaba entender tus <i>no me pidas más </i>ante
mis mensajes de ánimo, aún siendo conscientes de tu gravedad, porque recordaba otras batallas que habías ganado; aunque también comprendía tu
cansancio por muchos años de lucha por tu cuerpo con que la vida te había castigado.
¿Por qué?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Aquel ¿<i>merecerá la pena? </i>que planteaste a la
médico cuando te anunciaba poner tratamiento a la reactivación de un cáncer
cabrón que se había adueñado de tu cuerpo y que, como perro rabioso, había
mordido y no soltaba.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Me
planificabas <i>tu futuro</i>… tu entierro, <i>sin boato</i>; pero no pudiste evitar las
muestras de cariño que querían hacerte llegar todos los que se volcaron en
pasar unas últimas horas contigo acompañando a la madre, a la hermana, a la
amiga… Te querían, te quieren.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Esa foto…</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Y ahora,
aquí, quedo yo… y el resto del mundo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Conociste
mi afición por la música y no puedo por menos que escuchar a Bach “Ruth wohl, ihr heiligen gebeine” mientras
escribo estas letras que humedecen mis ojos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -14.25pt; text-align: justify;">
Te quería,
te quiero Merce.</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-9187341155420926992016-03-07T13:56:00.001+01:002016-04-07T20:15:44.865+02:00Desfaciendo entuertos.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: left;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVavzc9RQ5QrsINzrZA-37XrM4l68Ab37038EixtTnxI9XbpklkRHo9gyivQrA8g0xZAOr6FNr6HvQyQjpP8gFUHv6YtLV8gRTawMIubhyQB9CPjVBJszqfpu2zRxZOkpepT1_ynV8lSyz/s1600/desfaciendo+entuertos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVavzc9RQ5QrsINzrZA-37XrM4l68Ab37038EixtTnxI9XbpklkRHo9gyivQrA8g0xZAOr6FNr6HvQyQjpP8gFUHv6YtLV8gRTawMIubhyQB9CPjVBJszqfpu2zRxZOkpepT1_ynV8lSyz/s320/desfaciendo+entuertos.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Era el año 2007 cuando ex-alumnos del Colegio de los PP Dominicos de la Virgen del Camino
(León) organizamos la conmemoración de los cincuenta años de la fundación del
Colegio y buscamos un punto de encuentro con un blog. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Comenzaron a aparecer en
él muchos compañeros que habían convivido veinticuatro horas diarias durante
once meses al año en seis años, y volcaron sentimientos
y también dudas que querían refrescar en su memoria.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Javier del Vigo Palencia
quiso que le aclarara la relación de aquellos Trapiello
que habían sido alumnos y compañeros en los años sesenta. Y le
contesté en el blog:<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Querido Javier:<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">A tu misiva del 20/05,
aclaro porque no soy el famoso escritor Andrés Trapiello: Yo soy MARTINEZ, y el
famoso y gran escritor es GARCIA. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Te explico: En la primera
novela premiada de Andrés Trapìello "El buque fantasma", desembarcó
en León con la Editorial Plaza y Janés en promoción para presentar la novela en
el Hostal de San Marcos. En la mesa presidencial le acompañaban su hermano
Pedro y el presentador del acto que quiso aclarar, lo que Victoriano Crémer
llamaba "La Saga de los Trapiello", y explicaba a los
asistentes: Andrés, que es el autor de la novela premiada por Plaza y Janés, y
nos acompaña en la mesa presidencial también su hermano Pedro, periodista y
escritor. Ellos son hermanos de Seve, el pintor, y son sobrinos de Cesar
Trapiello , el tío cura periodista; también son sobrinos de Marcelo,
periodista, que es el padre de Andrés que ha estado en política, como lo
estuvo también otro Andrés, el tío maestro, que también fue concejal
allá por los sesenta y tiene once hijos, unos de los cuales también se llama
Andrés... Y continuó aclarando...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Al finalizar el acto me
acerqué y le pregunté al presentador si los asistentes lo tendrían más
claro o si por el contrario habrían deducido que yo era hijo de mi tío Cesar,
el cura, y Pedro era primo de Andrés. Y mi padre, periodista durante
cuarenta años en "El Diario de León", era cura y padre de
Andrés; pero ¿de qué Andrés?, porque nuestro abuelo también se llamó Andrés, y yo ahora tengo también un hijo que se llama Andrés. Y un hijo de Andrés...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Y Javier me
contestó: <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Fecha: <a href="http://antiguosalumnosdominicos.blogia.com/2.0./507207-sin-titulo.php#200705110120070602202852"><span style="text-decoration: none; text-underline: none;">02/06/2007 20:28</span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Javier del Vigo<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Eres un encanto, Andrés,
escribiendo. Andrés Martínez Trapiello...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Nunca vi a nadie tan fino
"desfaciendo" entuertos! Tan fino que haces reír. Y en los tiempos
que corren, leer a alguien que, de forma amena, inteligente, te va quitando
errores mientras te divierte, es cosa harto singular...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Los Trapiellos de León!
Abundáis como las setas en primavera, me repito como puse hace días ya.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Comprendí después de
escribir el texto al que me respondes que GARCÍA y MARTINEZ son apellidos
distintos. Pero lo dejé así. Máxime, sabiendo que somos pocos -a lo que parece-
quienes nos entretenemos repasando las entradas anteriores del blog.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">A ti te veo escribir y en
las fotos que publicáis. Mira, de todos los demás de la saga, sigo sin saber
quien fue el hijo del cura o el torero metido a político. Ja! Es guasa! A Pedro
-vaya Vd a saber si es el primo, el niño perdido en el templo o el camarero del
buen menú- su voz, a decir verdad ese fantástico vozarrón de Pedro, suelo oirle
por la radio de vez en cuando...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Saludos, pues, a los
Trapiello de León. Seguro que haciéndome amigo de la saga, puedo vivir de gorra
en León varios siglos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">De nuevo, gracias por la
aclaración, Andrés. Inigualable, tanto en el tema Trapiellos, como en el nombre
del periódico... Efectivamente, el PROA. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">La puñetera memoria, cómo
juega con uno!<o:p></o:p></span></div>
<u1:p></u1:p>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-21020885306876514782015-11-21T19:24:00.001+01:002017-10-20T21:34:55.516+02:00“Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiHUXiMMWg9_EEIbZWF4fHEeEVvvcRpjrNW5cLHo_oRTlwJ-owBUYeVnmhpT0gS599ocVNXwXquMVcnfLj5V7cWChCQ4ezC9C4eMR-EypHTo8Ced1l0pJiP7hbHx75FCT-PyyskM-4WKmh/s1600/consistorio+viejo+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiHUXiMMWg9_EEIbZWF4fHEeEVvvcRpjrNW5cLHo_oRTlwJ-owBUYeVnmhpT0gS599ocVNXwXquMVcnfLj5V7cWChCQ4ezC9C4eMR-EypHTo8Ced1l0pJiP7hbHx75FCT-PyyskM-4WKmh/s320/consistorio+viejo+2.jpg" width="239" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Era temprano y sonó el teléfono de la salita de estar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La noche y la madrugada para aquellos tres partidos políticos había sido intensa en reuniones, en incertidumbres de futuro por decidir el acceso al poder del Ayuntamiento. Buscar el cambio para un caciquismo provinciano en el que todo valía –“donde cada uno va a la suyo”, les habían dicho en un pleno- y arrebatar el poder a los que pretendían mantener los privilegios ideológicos del dinero. El poder del Grupo Independiente durante los últimos años se jugaba mucho y no habían reparado en ofrecimientos </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">al cargo recién elegido, al concejal,</span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> de un bastón de mando prioritario en el organigrama del poder y de dádivas económicas para que con su voto, lejos de su partido, “aportara estabilidad” a la Institución.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En aquella llamada telefónica se identificó Josemaria Aznar, el todopoderoso líder del partido, que diseñaba la necesidad de dar el gobierno municipal al Grupo Independiente que había ganado las elecciones, pero sin la mayoría absoluta. Sin embargo, JM encontró que su interlocutor era una voz femenina, la esposa del concejal elegido que le contestó que esas circunstancias las debía tratar con su marido que en esos momentos se encontraba dormido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">No cejó en sus pretensiones el todopoderoso líder del partido e intentó convencer a la esposa de la bondad del ofrecimiento para que el nuevo concejal se distanciara de la disciplina del partido y votara al grupo independiente. Estaba ofreciendo un seguro de futuro.</span><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Convéncele, os será muy beneficioso para los dos. Utiliza con él tus armas de mujer para persuadirle - propuso Aznar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Volvió más tarde a sonar el teléfono y el nuevo concejal le planteó:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> Josemaria</span>, dame una explicación para que vote al Grupo Independiente y me aparte de la postura del Partido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No te puedo decir nada. Debes votar para Alcalde al cabeza de lista del Grupo Independiente – decretó Aznar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pero, una explicación que me…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Por que te lo digo yo, porque eres el Secretario del Partido, por lealtad a mí, – concluyó Aznar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El nuevo concejal "se movió en la foto" y cavó su tumba política; pero el candidato de la formación independiente no fue elegido Alcalde.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-6328861475121324752015-11-09T18:37:00.003+01:002017-10-20T21:26:36.171+02:00No era ser agorero.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFw5QlmD2oh04NCBqCIf4yPKvfwEh6hoo-_C-TRJp205ah3GbNu0ze-3HljScJBGKwuB9P28wsbZy21meRw6ksp-65dPvssrYEwjmlgbSuJRir0fTWlDEi3brHoXsCeZ_jveQz-WiGcKgk/s1600/nubes+%25282%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="173" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFw5QlmD2oh04NCBqCIf4yPKvfwEh6hoo-_C-TRJp205ah3GbNu0ze-3HljScJBGKwuB9P28wsbZy21meRw6ksp-65dPvssrYEwjmlgbSuJRir0fTWlDEi3brHoXsCeZ_jveQz-WiGcKgk/s320/nubes+%25282%2529.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Eran aquellas reflexiones que hacía "El Cartero" en Comentario Semanal de Radio León... que pueden ser de hoy, aunque peor: Una Caja de Ahorros y Monte de Piedad esquilmada, una Diputación Provincial que desean cerrar... y unas nuevas elecciones...</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b><u>"<span style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;">14 de enero de 2000</span></span></u></b></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Viene cargado este 2000 -ya sin efectos de cambio de milenio- con fiestas navideñas casi olvidadas y cuesta de Enero... que cuesta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">No sabe el Cartero si han sido los Magos de Oriente quienes nos están obsequiando con noticias que deberían enmarcarse con recuadro de esquela: Somos la última provincia en desarrollo de esta España nuestra, y la primera por aumento de paro; perdemos población y, de los que quedamos, cada vez somos más los viejos porque nuestros hijos tienen que buscar una emigración no deseada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La Universidad, que tanto nos costó conseguir a través de aquella Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, o lo que es lo mismo, con la participación de nuestros ahorros y de nuestra presión social, se encuentra discriminada en la financiación autonómica. La Diputación repite el presupuesto de 1998; es decir, ya del siglo pasado, y continua con dificultades financieras, mientras nuestros representantes públicos lo festejan con aplausos sordos en espera del óbito anunciado. ¿Qué político tendrá “el honor” de apagar la luz y cerrar el portón del Palacio de los Guzmanes? La historia nos recuerda que esta Institución construyó y mantuvo las carreteras de la provincia; procuró el desarrollo agrícola y ganadero; impulsó, sin tanta discusión de variantes, junto a la Diputación asturiana, la autopista de Campomanes; atendió la salud de miles de leoneses, desprotegidos de una Seguridad Social, en el Hospital Princesa Sofía; alentó y apoyó la instalación de industrias...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">No quiere el Cartero que caigan en la tentación de pensar aquello de “cualquier tiempo pasado...”, pero con este invento autonómico, tiene la misma sensación de aquél que han casado por conveniencia y, además, le han metido a la suegra a organizar la casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">También andan estos días los partidos enmarcando y adornando listas electorales; pero... para otra semana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Sean felices."</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br /></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-91197664967412695772015-02-26T19:12:00.001+01:002017-10-20T21:34:23.029+02:00Otra cerveza, por favor.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1Cj-fNbSkY_eixK64Rf0s88A0zpkEfYp7qoqSqUygn7V2Aia3JuYrVu_V3kG4RDGf1cmDXpd89qABbofPxhHGNMybebSHgozh1WBmtIKfs3yCKNF28dXGF2AM7Mrn1-Imoa5VOJuaRwvr/s1600/cafeteria.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1Cj-fNbSkY_eixK64Rf0s88A0zpkEfYp7qoqSqUygn7V2Aia3JuYrVu_V3kG4RDGf1cmDXpd89qABbofPxhHGNMybebSHgozh1WBmtIKfs3yCKNF28dXGF2AM7Mrn1-Imoa5VOJuaRwvr/s1600/cafeteria.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
Entró
abstraído con la música de Mark Knopfler que sonaba en sus pinganillos y vio
inmediatamente aquella mesa con dos sillas vacías a la que se dirigió sin
detener la mirada en quienes iban a compartir espacio con él durante… no tenía
tiempo prefijado para vivirlo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
En un acto
reflejo, acostumbrado a hacerlo con frecuencia, se quitó los pinganillos y, de píe con la mirada en el infinito,
intentó adivinar las notas de la composición que llenaban el local. Dedujo que aquella
melodía identificaba el estilo y talante de Haydn, aunque no acertaba a saber qué
obra podía ser; pero tampoco le importaba.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
Colocó el
sombrero de paño gris, que delataba muchos inviernos vividos, en la silla
vecina y dobló, más bien enroscó la bufanda que dejó caer sobre el sombrero. Con
mucho cuidado, sin que tocara el suelo para no interrumpir con el ruido del
arrastre el ambiente de silencio, colocó la silla a la distancia justa de la
mesa que le permitiera escribir en aquellos folios que se dejaban ver en el
bolso de la gabardina. Nunca se quitaba la gabardina que estaba dibujada con unas
arrugas marcadas por muchos ratos de silla y con pátina en codos, mangas y
cuello que revelaba un uso continuado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
Mientras le
servían la habitual cerveza, desvió la vela que adornaba la mesa y le restaba
sitio para colocar unos folios doblados que extrajo del bolso de la gabardina y
los extendió sobre la misma con un suave prensado de sus manos para alisarlos. Tomó un sorbo de cerveza
y pasó la lengua por los labios para limpiar y saborear la espuma que había
quedado en ellos. Detuvo brevemente la mirada en el folio escrito y levantó la
vista hacia el techo para, seguidamente, pasar revista a toda la cafetería sin
detenerse en ningún lugar especial. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
Ahora sonaba “El
invierno” de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi… como aquel otro invierno de su
niñez cuando iba montado en la yegua con Julia camino a Cil. D<span style="text-indent: 42.55pt;">espués de otro sábado de mercado en la Plaza Mayor, en el que Julia vendía
unos huevos, conejos, pichones y algunos kilos de garbanzos, ya anocheciendo recogía y montaba
en la yegua, que había quedado estabulada todo el día en casa de la señora Ricarda, después de haber colocado delicadamente
en las alforjas dos botellas con aceite y un bacalao que había comprado en la
tienda de ultramarinos cercana. Los trancos acompasados de la caballería le repercutían
en las nalgas, al vestir pantalón corto, que rozaban con las alforjas y se le irritaban, y el tapabocas
que abrigaba del relente y del frío que parecían caer de un cielo
estrellado, le acompañaban en el camino para más aventuras en Cil: La llegada y
entrada por el gran portalón que daba al corral y que iluminaba Delfino con un
farol levantándolo por encima de la cara para evitar tropezar con el carro; la bienvenida con pequeños saltos de
los perros, como invitándole a que bajara de la caballería; el mugir de las
vacas en la cuadra y el silencio en la de las ovejas… El pequeño corredor sujetado
por las columnas de madera que les servían a las vacas para restregarse el
cuello; o las cajoneras colgadas en la pared que eran nido para las palomas... y
los sacos vacíos y apilados en espera de utilizarse para llevar el trigo o el
centeno al molino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 60.55pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Otra cerveza? –le preguntó la camarera.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 42.55pt;">
Levantó la
cabeza que tenía inclinada sobre el papel y, aún abstraído, miró la copa vacía
y el reloj de pié para comprobar la eternidad que había transcurrido y se dirigió a la camarera:</div>
<br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 60.55pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Otra cerveza, por favor.</div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 60.55pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-72104507640957746882015-01-24T19:47:00.003+01:002017-10-20T21:35:09.277+02:00Filosofía rural.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidjAKGtpjgTyAZ40vvGnVVKBLwUVhpX6eqbMiaIJH-8VXHfKwn0JWCoih4tHSY2gxdPrKymj24vtjM1HPsZlSJUzcPnRE94O3Km-e-RPmZvfn_HXAgxLNwvPuJkCWRlTMGyzXo7bH5ar5W/s1600/filosoifia+rural.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidjAKGtpjgTyAZ40vvGnVVKBLwUVhpX6eqbMiaIJH-8VXHfKwn0JWCoih4tHSY2gxdPrKymj24vtjM1HPsZlSJUzcPnRE94O3Km-e-RPmZvfn_HXAgxLNwvPuJkCWRlTMGyzXo7bH5ar5W/s320/filosoifia+rural.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La silueta de la cuadrúpeda rompía para Fidel la monotonía y el encanto de la era, sentado en uno de los poyos colocados a la puerta de la
casa, mientras observaba el verde que traía la nueva primavera. La era había
sido testigo de muchas convivencias aldeanas en los periodos veraniegos de
recolección, de término de acarreos con centeno y trigo para la trilla; y
también de algunos montones preparados para desgranar, golpeando con un mazo de
madera, las alubias, los garbanzos y las lentejas que contribuían a la economía
de subsistencia en los hogares.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aquella burra, casi tan grande
como un garañón, era un símbolo del saber y pensar rural; no por ella misma,
lógicamente, sino por la relación de dependencia de su amo, de Fidel.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fidel era taciturno, callado,
morugo. Su aspecto físico y sus reflexiones podrían haber servido para
reinventar a Sancho Panza. Era pragmático y desconfiado. Ávido de lecturas,
devoraba cualquier papel impreso que pasaba por sus manos. Releía los
periódicos atrasados, pero actuales para él, que le había surtido Don Braulio, el cura, y que
amontonaba en un rincón del escaño en la
cocina. También escuchaba con atención las noticias que pregonaba la radio,
también en la cocina, colocada sobre una repisa vestida con puntillas, al lado
de la alacena; e increpaba y pedía silencio a los presentes para atender al
locutor que relataba en “El Parte” de Radio Nacional los aconteceres de la vida
que ocurrían a kilómetros de distancia. Aquellas noticias impresas y habladas, que
analizaba en su dimensión vital, en su entorno, constituían para él la base que
le llevaban a establecer unas observaciones muy subjetivas, pero que se volvían
objetivas valorando al escenario vital de Fidel.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las horas que pasaba sentado en
el poyo, reposando su barbilla sobre las manos que sujetaban las cachas que le
ayudaban en su cojera, la boina caída
ligeramente sobre su frente y la mirada perdida viendo sin mirar la era con las
montañas en el horizonte, ambientaban su espacio para la reflexión. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y Fidel sonreía picaronamente,
sin modificar su postura, cuando se acercaba el sobrino que llegaba de la
capital a saludarle y pretendía imitar su retranca con algún comentario de
actualidad, que era motivo para que Fidel comenzara a interrogarle sobre las
aconteceres capitalinos que contrastaba con las vivencias rurales y concluía que
no tenían atractivo suficiente para cambiar la comodidad del poyo rural por el
sillón capitalino, la era por cualquier plaza de la Capital o la burra por un automóvil.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-84630030605169715132014-11-11T21:18:00.001+01:002017-10-20T21:35:09.302+02:00Un personaje<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6vsr27WWwxfJtl7HWR3Tb3SMTwCMPobCSKp_IjNv8a3Zt7at4epAPLwVq__hqXU_zo6n4i1uVmC2MtP-gZQx6nL88lk3-A6_tbkszz8MVtDtvyGf88G14jWHU6p-hFUIkl_dKegQT1Oq-/s1600/cafeteria+%25287%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6vsr27WWwxfJtl7HWR3Tb3SMTwCMPobCSKp_IjNv8a3Zt7at4epAPLwVq__hqXU_zo6n4i1uVmC2MtP-gZQx6nL88lk3-A6_tbkszz8MVtDtvyGf88G14jWHU6p-hFUIkl_dKegQT1Oq-/s320/cafeteria+%25287%2529.JPG" width="213" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Buenas
tardes, Don Aurelio. ¿Uno con leche, como siempre? - preguntó la camarera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Movió
la cabeza afirmativamente mientras se sentaba en la silla arrastrándola hacía
la mesa y repasando con la mirada el ambiente que le rodeaba deteniéndose brevemente
en los altavoces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Se
ajustó las mangas de la chaqueta y colocó sus brazos sobre la mesa adoptando
una postura de espera a la camarera para cuando llegara con el café con leche
habitual. Volvió a repasar con la mirada la cercanía de aquella mujer mayor y
del hombre maduro que se sentaba siempre al lado del ventanal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Su
café con leche, Don Aurelio -. Él se limitó a mirarla con una sonrisa de
asentimiento para preguntarle a continuación<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">¿Qué
compositor nos va a acompañar hoy?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Haendel,
durante toda la tarde - contestó ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">A
Don Aurelio le ponía siempre un azucarero con azúcar moreno en lugar de
sobrecitos. No era maniático, era parte de su ritual: llenar la cucharilla con
los granos y darle unos pequeños toques sobre el recipiente de loza con el fin
de no desparramar ni un grano en el trayecto hasta la taza del café; la medida
invariablemente eran dos cucharillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Hubiera
preferido a Brahms, su estado de ánimo lo hubiera agradecido; aunque el
Concerto Grosso de Haendel que sonaba en aquel momento también le agradaba. Con
parsimonia, como si se tratara de un ceremonial, acercaba la taza hasta los
labios que apenas los humedecía y luego los saboreaba con la punta de la lengua
haciendo una inclinación de cabeza con el que daba conformidad a su sabor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Y
pasada media hora haría un gesto con el brazo levantado a la camarera que, sin
mediar pregunta, se dirigía a la cafetera para prepararle otro café con leche. Don
Aurelio notaba la falta de fumarse un cigarrillo entre uno y otro café; “absurdas
normas de salvadores de cuerpos y almas”, repetía con frecuencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">El
segundo café lo esperaba con la espalda totalmente recta apoyada sobre el
respaldo de la silla; en ocasiones lo esperaba con los brazos cruzados y la
cabeza ligeramente inclinada hacia atrás y los ojos cerrados. En aquel trance
la camarera se limitaba a retirarle la taza usada y dejarle el nuevo café
humeante sin que mediara palabra. Y ante el ruido de la silla al levantarse la
señora mayor, abría los ojos y sin cambiar la expresión le hacía una leve
inclinación de cabeza respondiendo a la despedida callada pero expresada con
una sonrisa de aquella mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Ya
entrada la noche, se colocaría la bufanda anudada al cuello y abotonaría el
abrigo levantando la solapa para salir de la cafetería y volver a recorrer las
calles antiguas que le llevarían una vez más hasta su vieja y fría casa que,
sin embargo, tenía calor de hogar. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-45625505823008046012014-11-11T21:15:00.000+01:002017-10-20T21:35:09.229+02:00¿Personajes en busca de autor?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF1ewUlNNN_rSwZ6wFo7vaWVIoiwhyphenhyphenjdW9AVqSAp85146krbxVI9564EWSXYC3ajeFlgYj5IWR4F3P0EcWKxqAav7kvUz9Y1f7H9lEyHMDzTGPbFAXYNYvHUIN3greheX6Xlx_l05xcTxr/s1600/cafeteria+%25282%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF1ewUlNNN_rSwZ6wFo7vaWVIoiwhyphenhyphenjdW9AVqSAp85146krbxVI9564EWSXYC3ajeFlgYj5IWR4F3P0EcWKxqAav7kvUz9Y1f7H9lEyHMDzTGPbFAXYNYvHUIN3greheX6Xlx_l05xcTxr/s320/cafeteria+%25282%2529.JPG" width="239" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"> - Sí,
por favor; me pone un café cortao – dijo
a la joven camarera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Acababa
de sentarse y colocaba la parka en la silla de al lado. </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">No
había hecho intención de entrar en la cafetería y era nuevamente el impulso inconsciente
de entrar en aquel espacio, de vivir aquel ambiente. Su luz tenue provocaba
placidez, sosiego; una luz que iluminaba la cubierta de cristal del mostrador, que
cubría diferentes y antiguos objetos que le hacían revivir tiempos pasados,
tiempos de juventud: Una caja de cerillas, un paquete de tabaco Cuarterón, como
aquellos que traía Ovidio cuando hacía la mili en Ceuta; una carátula algo rota
y sucia de disco “Yellow submarine” de The Beatles, un trompo, una cajita metálica…También
sonaba la música que, una vez avanzada la tarde, pinchaban con compositores clásicos
del renacimiento que le trasladaban a otro mundo…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Con
la liturgia habitual, agitó la bolsita del azúcar y la rompió por la esquina para
verter con parsimonia los granos blancos sobre el café. Y revolvía el café
mientras miraba una vez más aquella pintura, aquél cielo gris sobre el mar con
olas embravecidas que le habían llevado en algunas ocasiones a adentrarse en el
cuadro para ir más allá… El reloj de pié que dejaba oír sus tic-tac en los
pianísimos de la obra musical; o las campanadas pausadas del carillón, que se integraban
como de un instrumento más de la orquesta en el concierto que sonaba en ese
momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Le
gustaba la mesa al lado del ventanal y, como la visita era habitual en la misma
hora, parecía que existía un pacto no escrito para que la encontrara siempre
vacía, como esperándole. Al lado, aquella mujer mayor, siempre con el mismo
abrigo gris de muchos años y un bolso de charol con aristas muy marcadas,
desgastadas; y un pañuelo con dibujos oscuros que le cubría la cabeza. Siempre sola
y siempre una manzanilla. No tenía prisa para acabar de sorber la infusión y
tampoco miraba a otro lugar que no fuera la taza. Al marchar siempre se
despedía con un adiós y una sonrisa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">No,
no estaba dormido. Su cuerpo corpulento de muchos años, recto sobre el respaldo
de la silla, no indicaba que su rostro adusto y el permanecer con los ojos
cerrados fuera síntoma de estar dormido; más bien estaba hipnotizado, en
trance. La hora de llegada y un café con leche eran habituales. Y también la
misma mesa, en el mismo rincón de la cafetería, como buscando refugio,
resguardo para su soledad. Había momentos en que ponía su codo izquierdo sobre
la mesa y sujetaba la cara con la mano mientras los dedos de la mano derecha,
que extendía sobre el mármol de la mesa, acompañaban el ritmo de la música con
pequeños golpes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Una
pareja de mediana edad se acababa de sentar en la mesa cercana a puerta, sin
reparar si había algún otro sitio vacío, como buscando que un tiempo anodino
quemara minutos de vida y que tuvieran cercana la salida para huir. A
requerimiento de la camarera ella pedía un refresco, cualquiera, y él un café
con leche fría. Ella se entretenía en mirar las personas que veía pasar por la
calle a través de las puertas de cristal, y él mirada una y otra vez las lámparas
que pendían del techo, la barra, las otras mesas… Tampoco parecía interesarles
la música que en ese momento sonaba, y la única conversación entre ellos fue “vamos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">E
imaginaba las historias de vida de aquella anciana en sus espacios de subsistencia
diaria, con la que la única conversación que mantenía era la devolución de una
sonrisa cuando se despedía. O la soledad buscada del hombre que se refugiaba en
la esquina… La muerta vida de aquella pareja… Eran historias concebidas por él;
pero la realidad… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Recordó
la obra teatral que había visto en su juventud, “Seis personajes en busca de
autor” de Luigi Pirandello, y se sintió un poco autor para aquellos personajes
reales con vidas que ocupaban su imaginación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Y
aprovechó los últimos compases del “Largo (de Xerxes)” de Haendel para
despedirse de la camarera con un “hasta mañana”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-20512225820445605842014-09-23T13:46:00.000+02:002017-10-20T21:35:09.208+02:00La vieja radio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUz9VyJuNAymO5ZNORzTw2vqJkmZcx0W_8W9NMtB1Ak8Oj-Vr5oNmPnsjtvPbNUlRu9ZDmX95IDa-2Gi0Skweo6DuVCRKlAbdGb7fqC3IWVMfPLwBuN-n4dM1AgBwcZR7YYLI6HBUQ_L5W/s1600/la+radio.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUz9VyJuNAymO5ZNORzTw2vqJkmZcx0W_8W9NMtB1Ak8Oj-Vr5oNmPnsjtvPbNUlRu9ZDmX95IDa-2Gi0Skweo6DuVCRKlAbdGb7fqC3IWVMfPLwBuN-n4dM1AgBwcZR7YYLI6HBUQ_L5W/s1600/la+radio.JPG" height="247" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Le faltaba en el
ambiente el humo del cigarrillo que siempre acompañaba las letras que pretendían
expresar vida en un folio. El humo de tabaco pintaba con una pátina amarillenta
los libros y discos que llenaban las estanterías y también les impregnaba con
un aroma que creaba vida a su entorno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Apoyó los codos
sobre la mesa, sostuvo la cara entre sus manos y comenzaron a mezclarse
recuerdos que ya le marcaban mucha edad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se detuvo en la radio
Clarión con carcasa de madera negra y cristal con luz interior que le permitía
viajar a las innumerables capitales del mundo allí grabadas a medida que movía
la aguja del dial con uno de sus botones redondos ; y el cable-antena que salía
por la parte posterior del aparato en dirección a la cañería del fregadero de
la cocina. La radio estaba allí arriba, sobre una repisa de marquetería que
había hecho Don Sotero. Parecía… era un
altar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Se había trasladado
a aquellos maravillosos años de la infancia cuando se encaramaba, subido a una
banqueta e intentaba encontrar en el interior de la radio al gnomo que hablaba.</span><span lang="ES-TRAD"> <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recordaba el silencio
sepulcral y la imaginación inocente de aquellas noches navideñas, cuando el
locutor conectaba con Oriente, con sus Majestades los Reyes Magos para informar del recorrido que iban realizando
hasta que llegaban a casa la noche mágica del cinco de enero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y las coplas con
sonido metálico en el patio de vecindad, dulcificados por el dúo de alguna voz
femenina metida en labores hogareñas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así mismo “El Parte”,
con aquellas noticias oficiales emitidas al unísono por todas las emisoras, que
cantaban las excelencias de nuestros gobernantes y pregonaban la protección que
ejercían sobre nosotros ante las amenazas de la masonería y el comunismo
internacional. También la música clásica, que añadía a las notas de la partitura
el sonido monótono de la aguja del tocadiscos sobre el microsurco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy tenemos más
color, con más tonalidades, con más
matices en noticias, opinión y entretenimiento. Y nuestros niños ya no buscaran el gnomo entre cables y resistencias. Aquel mueble ya no será un altar en la cocina
y los locutores tampoco retransmitirán el viaje en camello de los Reyes Magos
desde Oriente. Pero la radio seguirá ahí entre cazuelas, en la oficina, en el
coche, en la ducha… Acompañará alguna soledad, hechizará con acontecimientos
noticiables y, seguramente, incitará a tararear la canción de moda.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">…volvió a la
realidad y conectó el viejo tocadiscos. Repasó los “long play” de su colección
y eligió el Concierto para violín y orquesta de Mendelssohn. Extrajo de la
funda el vinilo, que limpió con delicadeza, y lo puso sobre el plato. Ya solo
le faltaba colocar la aguja sobre el disco y escuchar el roce de la misma
buscando los primeros compases del concierto que le hicieran revivir años de
infancia y juventud. </span><b><o:p></o:p></b></span></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-7727042656032107352014-04-07T11:09:00.000+02:002017-10-20T21:35:09.287+02:00Hoy igual que ayer.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ7YLhaqOtYPfTDQdeHsMAh8_YY5wx4joDjyQ32cWbpOVu-4sGyg3p_32O9zzW43HTwYNdOYBdg0CvS29EasZZNpMI85TpekvkVyeFEx7eQL1P6YM5DVlK6-aliWd0CigtIwavyFLa_7oX/s1600/calles.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ7YLhaqOtYPfTDQdeHsMAh8_YY5wx4joDjyQ32cWbpOVu-4sGyg3p_32O9zzW43HTwYNdOYBdg0CvS29EasZZNpMI85TpekvkVyeFEx7eQL1P6YM5DVlK6-aliWd0CigtIwavyFLa_7oX/s320/calles.JPG" width="213" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><i>Andaba yo en
labores de comentarios radiofónicos en el año 2001, y reflexionaba con el
seudónimo de “Cartero” sobre León y sus circunstancias.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><i>Hoy, después
de trece años, habría escrito algo muy similar… o peor.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
-----------------------</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">18/10/2001<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 115%;">
<span style="font-size: 11.0pt; line-height: 115%;">Un año más, le han traído al Cartero desde la Sobarriba para
que deposite en el buzón radiofónico de
estas mañanas de radio, unos pareceres y opiniones que, a veces, comparte con
la burra del tío Fidel en la era de Villacil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 115%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Quiere
empezar con buen ánimo, trasladar optimismo y dejar la polémica para políticos
en escaño nacional, autonómico, provincial y local. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 115%;">
<span style="font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"> Porque aquí,
en este León de nuestros encantos, no pasa nada. Sobre todo, si lo comparamos
con un mundo medieval sembrado de tanques y bombas en Afganistán; o con el
carbunco que anda saltando desde el Pacífico hasta el Atlántico por toda
América del Norte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Pero
en este León de nuestras miserias no pasa nada de nada. Porque nuestros hijos
no van a la guerra; solo marchan a estudiar y a trabajar a Madrid o a
Valladolid; y estas ciudades, al fin y al cabo, son España.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 115%;">
<span style="font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"> Andaba el
Cartero el domingo pasado -fin de puente y fiesta nacional- en estaciones entre
trenes y autobuses, cumpliendo con el deber paterno de afectos en despedidas
filiales. Y allí cerca, en el nuevo estadio de fútbol, rugían unos miles de
leoneses animando a su Cultural del alma. Estaban ajenos a la pequeña tragedia
de una emigración desde una estación cada vez más provinciana en su paisanaje.
Era una escena de película en blanco y negro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Uno,
dos, tres, cuatro… muchos más autobuses camino del sur. Y alguien reclamaba la
presencia del Alcalde para una despedida sin pañuelos al aire y con el alma
encogida ante tanta diáspora joven.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Pero
no llegaron ni el Alcalde, ni diputados, ni parlamentarios, ni concejales… Y
uno, dos, tres, cuatro… muchos autobuses pasaron delante del nuevo estadio de fútbol
cargados con vida joven camino del sur.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Y ya de
vuelta a casa, el Cartero cruzó el Puente de los Leones reflexionando sobre el
aspecto positivo y optimista de aquella situación vivida: Al menos, no se van a
Afganistán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Es
cierto: En León no pasa nada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Sean
felices… y optimistas. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">----------------------- <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><i>No han cambiado
mucho las cosas; quizás a peor.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-18461369827347173352013-12-30T19:00:00.000+01:002017-10-20T21:35:09.200+02:00Eran las cosas del tío cura, de tío Cesar.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUAaD9HGHBvawOLZLJlatUlij5H0DqOnye3jNUVICFdxZiRBtefBFvUUZSk-lotKtBw7Xr4ll0uFS20beJBpEsjt6GSKMjr_KsqC18NBTiRMh4Y1zZRx1gNn8MMSe2Gm9IR5w-tXXlwPz-/s1600/tio+cesar+en+hospicio+%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUAaD9HGHBvawOLZLJlatUlij5H0DqOnye3jNUVICFdxZiRBtefBFvUUZSk-lotKtBw7Xr4ll0uFS20beJBpEsjt6GSKMjr_KsqC18NBTiRMh4Y1zZRx1gNn8MMSe2Gm9IR5w-tXXlwPz-/s1600/tio+cesar+en+hospicio+%25282%2529.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Era un domingo más en comida de familia en casa de los padres y la compañía del tío cura, tío Cesar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Estaba gracioso Tony con diferentes personajes y le reíamos las gracias mientras mi madre preguntaba con gran esfuerzo, por la poca atención a sus requerimientos de los comensales, quién tomaba café; Cesar sí, pedía un café, pero descafeinado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sirvió café a todos los que lo habían pedido y a tío Cesar le trajo el tarro del Nescafé descafeinado para que se lo fuera haciendo: Le puso el vaso de cristal con el agua hirviendo para que se sirviera y revolviera. Mientras, Tony Leblanc seguía haciendo de las suyas con Cristobalito Gazmoño y todos le reíamos las gracias. Cesar miraba nuestras risas y sonreía también.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero había que tomar el café y tío Cesar comenzó a revolver el agua hirviendo… Revolvía, revolvía e imaginé qué podía ocurrir. Hice señas a mi madre con movimientos de cabeza para que prestara atención a su hermano, a tío Cesar y su "café”. Y seguíamos riendo, unos con las gracias de Toni y otros, mi madre y yo, viéndole a Cesar los movimientos de su mano con la cucharilla revolviendo el agua de su café. Las risas se hicieron más intensas cuando el resto se percató y ocurrió lo que esperábamos: Cesar comenzaba a tomar aquel agua, su café descafeinado, a sorbos hasta que lo acabó. Y él contribuía también con una sonrisa inocente a las carcajadas y no reparaba que nos hacía más gracia por él que por Tony Leblanc.</div>
<div style="text-align: justify;">
El respeto y el conocimiento de otros muchos despistes nos impidió decirle nada a Cesar de lo ocurrido.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cesar vivía con mis tíos y al día siguiente de aquella comida familiar se lamentaba ante su hermana de la mala noche que había pasado. Mi tía, que ya conocía lo sucedido, le indicó como posible causa del insomnio el café que había tomado el día anterior en casa de Patro, pero él lo negó rotundamente porque “el café que tomé era descafeinado”.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Hubo
un periodo de su vida, al fallecer su madre, mi abuela Laura, que Cesar se fue
a vivir con su hermana Laurita. Fueron tiempos de capellanía en la Maternidad Provincial
donde bautizó a un sinfín de leoneses; también de profesor de dibujo para los alumnos
del Seminario Menor de San Froilán y, finalmente, de Beneficiado en la Catedral
de León.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Entre
sus obligaciones de Beneficiado figuraba la asistencia diaria al canto de la
“Hora Tercia de Laudes” y la posterior misa conventual en la Catedral. Una vez
que terminaban los oficios religiosos, esporádicamente, se acercaba a la
cercana Plaza de Mayor para, en alguna de sus tradicionales tiendas, comprar un
trozo de cecina que depositaba en un bolso de la sotana junto al paquete de
tabaco, y que los iba cortando en pequeños trozos con una pequeña navaja y
saboreaba con deleite mientras caminaba por las callejuelas. También era
frecuente encontrarle a media mañana en la Cafetería del Hotel Paris tomando un
café acompañado de un cigarro rubio o negro, los alternaba, mientras completaba
el crucigrama o la jugada de ajedrez del periódico ABC.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Para
Cesar era habitual ir leyendo el periódico por la calle en cualquier recorrido
que hiciera, y el formato del ABC se prestaba para ello. Lo cogía con las dos
manos y lo colocaba a una altura de los ojos que le permitiera ver si había
algún obstáculo en el trayecto y así poder esquivarlo. Solamente hubo una
ocasión en la que le fue casi imposible sortear la barrera porque se plantó
delante de él su hermano Andrés que, sin decir palabra, acompasaba el intento
de Cesar por evitar el encontronazo. Cesar, extremadamente educado, bajo el
periódico hasta la altura del pecho y pidió disculpas a aquel bulto, a su
hermano, que tenía delante y continuó su camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Cesar
hacía esfuerzos por estar integrado en la familia saludando a sus múltiples
parientes, aunque muchas veces le costaba entablar la relación paterna y
materna del sobrino. Aquel día le
encontrábamos mi mujer, enfermera, y yo caminando hacia casa y le invitamos a subir
al coche porque nuestro domicilio quedaba enfrente al de Cesar, la casa de su hermana Laurita donde
su cuñado y ella explotaban una negocio de supermercado, antiguo ultramarinos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nos
habíamos casado unos meses antes y tío Cesar había sido testigo en la boda; y también
solíamos encontrarle con frecuencia por
la alrededores de casa, por vecindad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Regresabamos
mi mujer y yo a casa en el coche y le vimos que caminaba en la misma dirección.
Me acerqué con el vehículo y le invité a subir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 54pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt;">Buenas tardes,
tío -, le saludé mientras se acomodaba en el asiento del copiloto que
educadamente le había cedido mi mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 54pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt;"> ¿Vais para casa? – preguntó; y sin esperar
contestación se dirigió a mi mujer con una pregunta que también era afirmación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 54pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt;">¿Tú eres la
cajera de Laurita?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Mi mujer y yo nos miramos y sonreímos porque en un
santiamén había convertido a mi mujer, enfermera, en la cajera del supermercado
de su hermana Laurita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: inherit;">Eran las cosas de tío Cesar.</span></span></div>
</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-48771463676188445532013-10-22T15:00:00.000+02:002019-10-30T18:12:25.354+01:00Un momento<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinFAVsfnGzxWiMipQCvqlAmLUrephXRLNDtWvxHLT22cva39gBx07hb_rYAw7QwGQQP7ysb_d0xL_C1nSCGPCHbPZpIi2nF68dgxI0X2hPeVbwcTuanV7hJyAoZy2Qr-fANoiuqjSO0BWn/s1600/estudio+black.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1143" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinFAVsfnGzxWiMipQCvqlAmLUrephXRLNDtWvxHLT22cva39gBx07hb_rYAw7QwGQQP7ysb_d0xL_C1nSCGPCHbPZpIi2nF68dgxI0X2hPeVbwcTuanV7hJyAoZy2Qr-fANoiuqjSO0BWn/s320/estudio+black.JPG" width="228" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
Un folio en blanco, una pantalla de ordenador vacía para que te vacíes. Y lo necesitas; y quieres relatar tantas cosas... contar tantas historias, expresar tantos sentimientos...<br />
<br />
Y no te importa que alguien lo lea, y que sea feliz o desgraciado al hacerlo; pero quieres escribir, sentirte a ti mismo.<br />
<br />
Necesitas el rincón en tu cafetería y el café que acompañe unos renglones; también un cigarro que calme tu ansiedad por contar... O el refugio de tu estudio... Disfrutar de tu soledad buscada... Sí acaso, acompañado de unas notas musicales, de aquella sinfonía que refuerza, que llena tu espíritu...<br />
<br />
Te preguntas por la verdad, la de los demás o la tuya, para concluir que la más acertada es la tuya; aunque para el resto de la humanidad sea la equivocada... ¿Por qué?<br />
<br />
Y, con muchos años ya en tus hombros, rehúsas competir, aparentar, discutir… Recuerdas la anécdota de aquellos jóvenes estudiantes que le preguntaban al anciano con muchos años contados y una presencia física envidiable cómo había llegado a esa edad y se conservaba también.<br />
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Es que nunca he discutido –respondió-.<br />
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¿No será por eso? –contestaron los jóvenes-.<br />
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pues no será –replicó el anciano-.<br />
<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br /></div>
</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-58730127319678982872013-06-05T14:35:00.002+02:002017-10-20T21:35:09.259+02:00Marina era puta.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1dldM-9fFeUr9RSLy1fdhBnuZFNv4RxbPeFAygfm51EzCa_8aODUOcVOZKRK41kF4LbKMtqYLLilMF3KSeKuT-h2ejVOZbLwMi15vxLylQ9qBdLYRlhBE5YZLa9qvEDmjCoGskhvNu03y/s1600/regueral.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1dldM-9fFeUr9RSLy1fdhBnuZFNv4RxbPeFAygfm51EzCa_8aODUOcVOZKRK41kF4LbKMtqYLLilMF3KSeKuT-h2ejVOZbLwMi15vxLylQ9qBdLYRlhBE5YZLa9qvEDmjCoGskhvNu03y/s320/regueral.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Marina no era estrella, ni segundona en una película de la posguerra: Era puta.<br />
Con mis ocho años, veía muchas veces frente al colegio a Marina. Hacía puerta, esperaba clientes en el que había sido un bar que “las buenas costumbres” habían clausurado ante el escándalo de estar regido por una puta. Y aún se podían ver a través del cristal biselado de la taberna una legión de botellas alineadas con todos los licores: Soberano, Veterano, anís El Mono… Y Marina atraía parroquianos con una gran iluminación roja en sus labios y uñas, un moño bien peinado y un vestido alegre en color y corte. Marina era puta.<br />
Nuestros mayores nos advertían ante los requerimientos que nos hacía Marina para traerle recado de vinagre, azúcar o una hogaza desde los ultramarinos. Yo nunca pequé ante tales invitaciones; siempre tuve miedo que me contagiara el virus de aquella culpa que, con solo su presencia, hacía volver o bajar la cabeza a los viandantes que debían transitar por delante de aquél antro, de la casa de Marina. Marina era puta.<br />
Algunos feligreses de Marina, con ropajes que les identificaban en una extracción social baja, se atrevían a hacer tertulia y reír las gracias que yo no comprendía. Ella, Marina, subida en el peldaño de la entrada al bar, destacaba sobre las cabezas de los fieles que la rodeaban. Marina era puta.<br />
Esta noche, viendo la televisión, “la caja tonta”, me he acordado de Marina. Habrá muerto, y no sé cómo o en qué circunstancias. ¿Por qué me habré acordado de Marina cuando haciendo zapin ves varios programas del corazón, que así les llaman?<br />
Hoy sigue habiendo putas que, como Marina, no aparecen en el “papel-cuché”. Pero también hay fotos en revistas, programas de televisión o biografías ejemplares de señoritas respetables para una gran parte de la sociedad, que marcan forma de vida, que son iconos de una sociedad que disculpa, disimula y mira para otro lado; como los vecinos de Marina.<br />
Hoy tengo más años, años vividos de enseñanza y experiencia, aunque esta circunstancia no da patente de corso, y he llegado a tomarle cariño a Marina. Nunca supe cuál fue el futuro de Marina, la puta.<br />
Hoy es Marina.<br />
<br />Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-29310256876556985162013-04-28T22:36:00.000+02:002017-10-20T21:35:09.218+02:00Era, es mi plaza infantil.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=6651808351112726337" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMVvrGGVMlzMsGWcJLFj9JrCrAPEZ2gXMtpgCXGRBivhW9xraN-mG8Tzwcr_pHnOoPOTvj5sJRU1smfbVTZqk_cawdE8TxElKm5DO4sat14TR1gBSJA-rG9ZkBP7DPT4PXQT4gWOX98zYN/s1600/mis+cosas+001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMVvrGGVMlzMsGWcJLFj9JrCrAPEZ2gXMtpgCXGRBivhW9xraN-mG8Tzwcr_pHnOoPOTvj5sJRU1smfbVTZqk_cawdE8TxElKm5DO4sat14TR1gBSJA-rG9ZkBP7DPT4PXQT4gWOX98zYN/s1600/mis+cosas+001.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="text-align: justify;">Era Don Sotero bajo y regordete; vestía sotana, dulleta y
teja, y decía misa en Santa Marina la Real, mi parroquia.</span><span class="apple-converted-space" style="text-align: justify;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
También era Don Sotero mi vecino. Y le gustaba la marquetería
en la que se esmeraba y yo me embelesaba viéndole manejar aquella sierra de calar
que daba formas y dibujos diferentes a panchas de madera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Don Sotero fumaba en pipa de boquilla los cigarrillos que
liaba con gran maestría. Entre sus dedos índice y medio de la mano izquierda
sujetaba el papel del librillo “Zig Zag” mientras depositaba en la palma de la
mano el tabaco que desgranaba de un paquete verde -de “picadura de cuarterón”,
le llamaban- que liaba con mucha maestría por la práctica repetitiva de varias
veces al día durante muchos años. Mis
enredos infantiles con la pipa, que descansaba ausente de pitillo en el
cenicero, le sugirieron a Don Sotero ofrecérmela para que chupara su boquilla, y
accedí. Aquel sabor fue todo lo contrario al de un caramelo y me restregué la
lengua y el paladar con los dedos y la manga del jersey para intentar aliviar
el amargor que me había dejado.<span class="apple-converted-space"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y cuando don Sotero salía o llegaba a casa, aquel tropel de
rapaces que bullía por la plaza corría a su encuentro disputándose la primacía
en besar la mano del reverendo, como si se tratara de conseguir un trofeo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Porque aquella plaza tenía mucha vida: Los chavales del
barrio jugábamos al burro, a las canicas, al tacón y las pelis; y utilizábamos para
“el escondite” la trasera del “altar” y las grandes columnas laterales que
cercaban el monumento, que llamaban de “La Cruz de los Caídos”. En la plaza no
había coches aparcados, con lo que la calle se convertía en un campo de fútbol
con terreno de canto rodado en lugar de hierba, y con pelota de trapos
apretados con cuerda que simulaba un balón. Solamente debíamos esquivar el
coche del funerario, el coche negro que transportaba ataúdes también totalmente
negros, cuando se acercaba a aquel semisótano que tenía por almacén.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y en las tardes, a la hora de la merienda, mirabas con
envidia al rapaz que llegaba de casa con un bocadillo de barra que desprendía
una grasa rojiza que delataba que en su interior había chorizo, mientras a ti
te habían untado en una rebanada de hogaza un poco de tocino que había sobrado
del cocido de mediodía.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aquella plaza te hacía desarrollar la imaginación, buscar el
juego infantil que llenara unas horas de esparcimiento después de la escuela; y
siempre con la mirada atenta del chiri (el municipal).</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-17703823559591932192013-02-21T21:25:00.000+01:002017-10-20T21:35:09.194+02:00Fueron aquellos años sesenta<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQBWMLtbvmlpehwqIM-P-sRGaBSfM__yicP6HSvgINoDCW9oXsH_ykqj48RBquXQ_wZCLtRNjBizC39s3sDz8Iq1FXx2OCKs56f7j77WKBFc4s99xSpCVRLdL66rn-H893FS9QHuYPweHQ/s1600/calle+mulhacin.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQBWMLtbvmlpehwqIM-P-sRGaBSfM__yicP6HSvgINoDCW9oXsH_ykqj48RBquXQ_wZCLtRNjBizC39s3sDz8Iq1FXx2OCKs56f7j77WKBFc4s99xSpCVRLdL66rn-H893FS9QHuYPweHQ/s320/calle+mulhacin.JPG" width="213" /></a></div>
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Volvía
a casa después de una tarde de domingo en paseos por la calle principal de la
Capital con la pandilla, pandilla totalmente masculina. Había sido el desahogo
para un día festivo alejado de manuales con filosofías de Aristóteles o
Descartes; también abandonado de las traducciones a Cicerón, Tito Livio o de
memorizar el vocabulario de inglés. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Llegaba
ilusionado por habernos cruzado por la misma acera en tres ocasiones con aquel
grupo de chicas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Era
la ancha acera de aquella calle principal, siempre la misma acera, que
propiciaba la ojeada disimulada al grupo femenino y que, si era coincidente el
cruce de mirada con alguna de ellas, nos propiciaba el pavoneo por el
acontecimiento ante el resto de los acompañantes y proponías otra vuelta más
cantando a Los Brincos o a Adamo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">De
aquella chica me había atraído la melena castaño oscura, muy cuidada, con
flequillo que casi le ocultaba la mirada y le daba una apariencia misteriosa y tímida,
transformando su semblante en seriedad y rigidez corporal al cruzarse con
nosotros. Aquella melena me recordaba el amor platónico por inalcanzable de
Françoise Hardy. E imaginaba un paseo sosegado con ella hablando de… quizá las
asignaturas, sus profesores; los gustos por la música o cantantes de moda, de… Era
igual el tema; soñabas, sentías algo especial por su compañía y no reparabas con
quien te cruzabas… Pero, ni siquiera sabía su nombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">La
otra acera era igual de ancha; pero solamente la transitábamos para ir alguno
de sus tres cines cuando disponías de algunas pesetas que habías economizado detrayéndolas
de tomar un vermut en “La Casuca”; y buscabas que fuera en programación de
“sesión continua”, dos películas seguidas. También cruzábamos para ver en el
escaparate de Navarro Óptico la carátula del último single de The Beatles; o, en
el otro comercio, en Olalla, los de Los Sirex, The Beach Boys, otro de Grieg…
todos a 45 rpm porque solamente su contemplación te producía placer y evaluabas
su costo para proyectar la compra de alguno con motivo de alguna celebración,
algún cumpleaños. Los long play, los de 33 rpm eran prohibitivos. Fue, por lo
tanto, un lujo que mi hermano hubiera comprado el disco Rubber Soul de The
Beatles que me permitía ponerlo en el tocadiscos para escuchar repetidamente la
canción “Girl”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Había
sido otro domingo de ilusión con los amigos y, muy a menudo, con sueños por
realizar.<o:p></o:p></span></div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-74265029662464243842013-01-14T22:05:00.000+01:002017-10-20T21:35:09.279+02:00Un cuadro para muchas historias.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc7Bqu8FWameHF1swY5EXhDOzfEx9KWTKZPAfxOvrP8HDB5p546uidjZfDKe560wmhguMKq1OXzKrNV_YH-xoN03eibdE-1IyKe7Da7ETga0cHanJDy0plpsVcEcvaK8ygmWrHJzEfzNYo/s1600/cuadro+catedral.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc7Bqu8FWameHF1swY5EXhDOzfEx9KWTKZPAfxOvrP8HDB5p546uidjZfDKe560wmhguMKq1OXzKrNV_YH-xoN03eibdE-1IyKe7Da7ETga0cHanJDy0plpsVcEcvaK8ygmWrHJzEfzNYo/s320/cuadro+catedral.JPG" width="213" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify;">
Un
cuadro del tío cura, de Cesar, que cuelga de una de las paredes del vestíbulo
de casa de madre. El tío Cesar escribía, pero también dibujaba y pintaba. Y desde
mi uso de razón ese cuadro ocupa el mismo espacio en la pared, y mil fantasías
en sus torres y arcos han afanado mi mente durante años. </div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
Pero
también realidades.</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
Ico,
de mediana estatura, muy callado, trasladaba con su presencia la fidelidad y
sumisión a quienes abonaban su sustento por sacristán y campanero de la
Catedral, a los miembros del Cabildo catedralicio.</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
Ico,
encogido, con un abrigo que parecía grisáceo, de muchos años, con los bolsos
algo raidos que refugiaban sus manos del frio de la madrugada leonesa, esperaba
en el pequeño vestíbulo del edificio de Correos, aledaño a la Catedral, a que
llegara la hora del repiqueteo de campanas. </div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
Tenía
Ico un ritmo muy equilibrado con las campanas: Una sonoridad triste para
momentos de difuntos; acentos alegres, en sinfonía de muchos sonidos para días
pascuales, de fiesta; y en Viernes Santo hacía sonar el carracón al paso de la
Procesión del Entierro.</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
Posiblemente,
Ico jamás pensó que aquel sonido atronador que producía con las distintas
tonalidades de las campanas en la torre y se oía a kilómetros, era capaz de
encoger o ensanchar el alma de quienes le oíamos. Yo imaginaba a Ico agarrando
con sus manos varias cuerdas de badajos a la vez; incluso, según me contaban,
atándose otra cuerda a la cintura si los muchos toques lo requerían.</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
He
querido recordar muchas veces las notas, los sonidos que me despertaban en los
primeros días de la Pascua Florida, del inicio de la primavera. Creo que la
fonografía se hubiera enriquecido con aquellos sonidos que creaba Ico.</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
En
León, en su Catedral, no se hubiera necesitado jamás un famoso jorobado porque
estaba Ico.</div>
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-56537904873275293042012-10-15T23:23:00.000+02:002017-10-20T21:35:09.256+02:00“Habéis convertido mi casa en una cueva de ladrones” (cfr. Lc 19, 45-48).<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRehnjaHWQ7zjCiWKEuQPcmxilN1XRNNHkrR4OwMUBstq60oUdUe-tzcKmlNZRxE7_fRFsPyMqF2qWIzFt72O1TRrJj7q6FdgCS2_zjRVvYPsBowmC5zJfC-IIzGhvcmdA2q73S-d7GW0N/s1600/catedral+%25287%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRehnjaHWQ7zjCiWKEuQPcmxilN1XRNNHkrR4OwMUBstq60oUdUe-tzcKmlNZRxE7_fRFsPyMqF2qWIzFt72O1TRrJj7q6FdgCS2_zjRVvYPsBowmC5zJfC-IIzGhvcmdA2q73S-d7GW0N/s320/catedral+%25287%2529.JPG" width="239" /></a></div>
<br />
<br />
Me han sustraído una parte importante de mi vida; de mi espiritualidad, de la mía. De momentos de sosiego recorriendo pausadamente las naves de la Catedral de León mientras en los pinganillos me acompañaban Haendel, Mozart, Bach, Palestrina…<br />
<br />
Sentarse en un banco y contemplar allí arriba los arcos, las piedras que canteros anónimos dieron forma; y carpinteros para una sillería del coro y herreros que dieron mil formas a rejas. Vidrieros, pintores, orfebres, músicos, arquitectos… Carros de bueyes trayendo la piedra de Boñar o acarreando troncos que sirvieran para el armazón… Y también las mujeres llevando en alforjas de burros las tarteras repletas de un cocido que diera calor y fuerza a aquellos artesanos.<br />
Y una vez concluida, sumisión del pueblo constructor ante la amenaza de condenación al fuego eterno que pregonan las capas pluviales con mitra, o los roquetes sobre la sotana y tocados con bonete. Penitenciario para exculpar de pecados; y deán, fabriquero, ecónomo, canónigo, beneficiado… Y, no lejos, también las barraganas.<br />
<br />
Vuelvo a mi Catedral de León en blanco y negro.<br />
<br />
No me gusta que se haya implantado un fielato para expender una tarjeta de residente o turista, con excusa de mantenimiento, que te permita el acceso; tampoco la exclusiva remunerada para explicaciones de sus rincones, sus vidrieras, sus pinturas, sus tumbas; o el encaminamiento señalizado con cintas que te conduce exclusivamente al servicio religioso. Y tampoco que se haya convertido cada fin de semana en fabrica de bodas con pasarela de modelos ad hoc.<br />
<br />
… y la sigo considerando mía.
Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-90263494536217026272012-03-18T22:31:00.005+01:002017-10-20T21:35:09.313+02:00Esta ventana sigue teniendo vida<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEl9XnCxRmGmIlGySdE8ZqvGXtp8quTpeGg8kcs2M6dBqvE_Ts8P1NPQG5Or0t4EMDEqfjiIXBoijKltaBti5RiuVdZkWbD95OF0zX92WTFLv11nZQNFi41D-1rEOxA0A2f7Y2gzJHtGki/s1600/esta+ventana+sigue.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEl9XnCxRmGmIlGySdE8ZqvGXtp8quTpeGg8kcs2M6dBqvE_Ts8P1NPQG5Or0t4EMDEqfjiIXBoijKltaBti5RiuVdZkWbD95OF0zX92WTFLv11nZQNFi41D-1rEOxA0A2f7Y2gzJHtGki/s320/esta+ventana+sigue.JPG" width="210" /></a></div>
<br />
<br />
Me fascinan las ventanas y… también me inquietan. <br />
<br />
Esos cuarterones servían ayer para abrir de par en par a la vida bulliciosa del corral con alegría en verano; y producían discreción y misterio desde afuera cuando permanecían cerrados en invierno.<br />
<br />
No necesito un gran esfuerzo de concentración para imaginar, para que me cuenten la vida cotidiana del otro lado de la ventana; tampoco me cuesta adivinar el día a día de la vida que revivo a través de esos marcos y cuarterones desvencijados que antaño no podían separar la vida de la cocina de la del corral.<br />
<br />
Hoy sus rendijas dejan entrever unas grandes zarzas que han sustituido a la amplia mesa de tabla de chopo, desgastada por las reiteradas fregaduras con estropajo y arena. Aquella mesa que hubiera podido relatar filandones nocturnos de los miembros de la casa con vecinos llegados para coordinar la trilla del día siguiente, el acarreo desde las parcelas de El Sapo; o llegados para pedir las alforjas en las que llevar al mercado de la Capital, a la Plaza Mayor, unos huevos, tres conejos, dos pichones y el serón con un trozo de hogaza que acompañe a un poco de chorizo, algo de tocino y el relleno que sobró del cocido de ayer.<br />
Unos ladrillos y tejas ocupan el lugar que ocupaba el escaño que rodeaba casi todo el perímetro de la mesa. A la izquierda se encontraba la cocina económica con tres escudillas sobre la chapa que contenían las sopas de ajo picantes y condimentadas con unto, que daban vigor a los hombres de la casa para ir de madrugada a la siega y al acarreo de la mies que servía, en aquella economía de subsistencia, para el sustento familiar y para el trueque por algo de aceite y bacalao en algún ultramarino de la Capital. <br />
Ya no merodean, entre las piernas de aquellos comensales del almuerzo, los gatos que anunciaban su presencia restregando el lomo contra los pantalones de pana. No está el porrón que propiciaba el último trago largo del vino, fermentado en la bodega cercana a la era, y que anunciaba el fin de una liturgia diaria que terminaba con el cigarrillo de picadura, que liaba con habilidad y esmero el patrón de la casa, y que prendía con alguna brizna que recogía con las tenazas del hornillo de la cocina.<br />
<br />
Esta ventana sigue teniendo vida.Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-90575284712232022912011-11-04T18:28:00.010+01:002017-10-20T21:35:09.316+02:00Ese sello de Correos...<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNO6wNCCIaboz2rycH_PQehXKxHrlFj_ZgBd4RBSAHFQqYX2Jwc_nEAANTSeuJ30eCQh7d_VVJ-KFX3hCo_g86GvFeP19wvRhiRVGP3QxqEKPBOOoTpDfMp6HaqEABJcaG37mO0w84vQGR/s1600/cartera+sellos.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNO6wNCCIaboz2rycH_PQehXKxHrlFj_ZgBd4RBSAHFQqYX2Jwc_nEAANTSeuJ30eCQh7d_VVJ-KFX3hCo_g86GvFeP19wvRhiRVGP3QxqEKPBOOoTpDfMp6HaqEABJcaG37mO0w84vQGR/s1600/cartera+sellos.JPG" height="320" width="239" /></a></div>
<br />
<br />
Te asedian con celuloides, fotografías, reproducciones que quieren producir sensaciones, que te incitan a vivir más…<br />
<br />
…pero siguen siendo algunos de esos pequeños sellos, que ensalivados y pegados a un sobre con dirección en cuidada caligrafía por la que adivino quién lo remite, los que excitan mis emociones de vida pasada y presente. <br />
<br />
Y cuando, entre la correspondencia comercial retirada del buzón, encuentras un sobre con ese sello encuadrado con esmero, te produce un vuelco el corazón y adivinas la liturgia del ser querido que remite: Recoger las cuartillas guardadas con pulcritud entre las páginas de un libro, siempre el mismo libro; quizás una de las estilográficas que tiene alojadas con innumerables bolígrafos y lapiceros en el tarro que está en la repisa de la salita… <br />
El respirar profundo mientras se inclina sobre el papel en blanco y escribe “Querido” con un trazo en la letra que transmite su palpitación…; y, por fin, un “Te quiere…”<br />
Y buscará en el cajón del aparador la cartera de mano donde guarda los sellos y elegirá con mimo aquél cuyo tema se ajuste al parabién o la confidencia relatada: Una flor, una tradición, un paisaje, un cuadro…<br />
<br />
Los colores cálidos de la reproducción, ese sello de Navidad ya me anuncia deseos de dicha, sosiego y afecto.Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-48893172299026170062011-03-30T21:22:00.005+02:002017-10-20T21:35:09.242+02:00¿Estaba solo?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigcLiXyOdWy82djHsmLfslHQ058pEjLcYNBtPBeOjCq_hQU_9VU9Y9d8NZ_TTOOa1uY9vzQgqiMuwkrfWowUg-CljVBYl-_3A0gPL5Z_d2QeMXJH9Np77aVFST-AmsWZ9mjCjMS6VeE1Qc/s1600/jose+luis+en+despacho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigcLiXyOdWy82djHsmLfslHQ058pEjLcYNBtPBeOjCq_hQU_9VU9Y9d8NZ_TTOOa1uY9vzQgqiMuwkrfWowUg-CljVBYl-_3A0gPL5Z_d2QeMXJH9Np77aVFST-AmsWZ9mjCjMS6VeE1Qc/s320/jose+luis+en+despacho.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Volví a casa de Padre.
<br />
Aquel caserón, antiguo palacio y hoy casa de vecindad, seguía rezumando humedad por las paredes del gran portal. En el patio, el lilar, casi seco, ya no desprendía el olor que me anunciaba la llegada del verano en los años de la infancia. Y tampoco había geranios sobre el brocal del pozo.
<br />
Ya no me atreví a subir con un brinco los tres primeros peldaños de piedra, ni a contar con trancos de dos en dos, menos uno, el resto de las escaleras: Seguían siendo diecisiete.
<br />
Tuve la tentación de llamar con el picaporte, coger aquella mano de hierro fundido que no se cansaba de sostener la bola que en la infancia intenté arrebatar para dar rienda suelta a mis juegos. Pero el aviso de mi llegada fue con el timbre. Y los pasos apresurados que oí, eran los de Madre que reconoció mi presencia por los tonos rítmicos de la “chicharra metálica”.
<br />
Jose se encontraba en el despacho de Padre del que había hecho su mundo, su vida. Rodeado de la gran estantería repleta de libros que mostraban, sin rubor ni miedo de años pasados, sus títulos y autores. Autores y títulos malditos para unos salvadores de cuerpos y almas con represión política y religiosa, y que conservaba con mimo, buscando quizá los testigos, la justificación de unos amigos mudos que podían arropar los sueños de sus años juveniles en busca de ideas de libertad.
<br />
Su aspecto físico seguía descuidado por el pelo algo despeinado y con corte desigual. Pero era su barba canosa la que le daba una apariencia de intelectual o bohemio.
<br />
Embelesado, como siempre, contestó con un “hola” a mi saludo.
<br />
Bajo el cristal que protegía el barniz de la mesa, una foto de carné de los años adolescentes de Jose; y sobre ella, algunas partituras de música para guitarra: “Recuerdos de la Alhambra”, “Romance Anónimo” y otras más. También, la cejilla para la guitarra al lado de un pequeño crucifijo; y el paquete de tabaco que le surtía con fluidez los cigarrillos que apuraba convulsamente hasta la boquilla. Uno de aquellos cigarrillos, en ese momento, hacía el recorrido desde sus labios hasta el cenicero impregnando con su humo, aún más, el ambiente ya sobrecargado por unas horas de soledad que también quemaba como el tabaco. ¿O quizás no estaba solo?: Estaba con él. Hacía muchos años que ¿había superado? a una sociedad que no quiso entenderle.
<br />
Hoy buscaba la amistad de una estilográfica y de unos folios que llenaba de sonetos, algún poema, décimas… Unos versos en los que depositaba su desesperanza, su desilusión, su vida…
<br />
<br />
<br />
“Sufrí la eternidad de los papiros,
<br />
del frustrado consejo; la violencia,
<br />
la falta de consenso, la inclemencia,
<br />
el triste regresar de los suspiros.
<br />
<br />
Tiempo loco, hoy no te quiero cuerdo;
<br />
mas ido ya, dejado tu dictamen,
<br />
vuelvo a tu ser, arcano, sin examen;
<br />
vengo de ti por más que no recuerdo.
<br />
<br />
“Recuerdo” es recordar lo que no ha sido:
<br />
¿Dónde las madreselvas de un camino
<br />
tan vigoroso, exhausto, tan vivaz?.
<br />
<br />
Traer a la memoria aquel olvido
<br />
es quererlo vivir sin el Destino
<br />
que borró la sonrisa de mi faz.”
<br />
<br />
En el regazo de Jose, con cariño, quizá con amor, reposaba la guitarra a quien tanto mimaba y con la que me había enseñado, en aquellos años del Mayo francés, los primeros acordes de las canciones de The Beatles.
<br />
Y a su izquierda, el atril vacío.
<br />
- ¿Ya no tocas, Jose?
<br />
Su contestación fue una caricia a las femeninas curvas de la caja del instrumento. Dejó caer sus ágiles dedos rasgando las cuerdas desafinadas, al tiempo que su mano izquierda se deslizaba hasta las clavijas de la guitarra. Giró la primera y un MI grave se fue debilitando con un tono cada vez más ronco ante la falta de tensión de la cuerda. Siguió con el LA, RE, SOL, SI, MI.
<br />
Con parsimonia, Jose depositó la guitarra, ya muda y desnuda de cuerdas, en aquella maleta que convertía en féretro para el instrumento.
<br />
Volvió a sentarse en el sillón haciéndose otra vez dueño de la mesa del despacho, defendiendo su territorio, volviendo a su universo.
<br />
Encendió un cigarro más y llenó sus pulmones de un humo que fue expulsando con lentitud hacia la lámpara que pendía del techo.
<br />
Su mirada viajó otra vez al infinito.
<br />
- Hasta mañana, Jose.Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6651808351112726337.post-40491010307763114622011-01-05T23:14:00.009+01:002017-10-20T21:35:09.226+02:00El tren-correo León/Bilbao<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrpirhyphenhyphenOdMTkEBoOw03ktqB-qct6_AabwbHtAJPgTaGjUTPH5G3al0fqR8dhKJNndeyEsbDrgAzAM7jZSeUGG0Rb9kCBNg1srDrSjFDm8WCUDi4ilaZ9nPlbLJVkBw7B6qeglbIlb9jN8X/s1600/via+el+hullero.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrpirhyphenhyphenOdMTkEBoOw03ktqB-qct6_AabwbHtAJPgTaGjUTPH5G3al0fqR8dhKJNndeyEsbDrgAzAM7jZSeUGG0Rb9kCBNg1srDrSjFDm8WCUDi4ilaZ9nPlbLJVkBw7B6qeglbIlb9jN8X/s320/via+el+hullero.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
Ya eran cerca de las nueve de la tarde. Solo faltaba la llegada de Ballesteros para cerrar la jornada laboral.<br />
Ballesteros era menudo en altura y anchura, y se había embarcado en la compra de un piso en León que asustaba a los compañeros por su coste en ceros: ¡Quinientas mil pesetas!. Aquella aventura económica de vida, le obligaba a Ballesteros a “tirar patrás” en los quehaceres de funcionario de Correos y su especialidad de ambulante en el Correo León-Bilbao, en el Hullero. <br />
La tartera con algún guiso del hogar, refinadamente envuelta con papel de una página del periódico -gratuito para Correos- de El Diario de León, le calmaba el hambre de un traqueteo que resultaba interminable. Y el mismo abrigo para festivos y laborales, que había cumplido también muchos trienios, casi tantos como los que Ballesteros tenía completados en el Cuerpo.<br />
Después de doce horas de viaje saludando a los innumerables carteros del trayecto (San Feliz de Torío, Garrafe, Pedrún, Matallana, La Vecilla, Cistierna…Mataporquera… y Bilbao), buscaba refugio para el descanso en la Sala de Clasificación de Correos de Bilbao, acomodando sobre una mesa para la distribución una serie de sacas que le servían de colchón y manta, para amanecer al día siguiente y emprender el regreso a León.<br />
<br />
Plácido era diferente, tanto en altura como en anchura. Había nacido en el Páramo, en Meizara. Y su gabardina debía haber completado (una vez que hice cuentas) el quinto trienio. En su alimentación de ambulante primaba su costumbre rural: Un buen trozo de chorizo que rezumaba grasa roja, algo de tocino de jamón, algunos tomates y cebollas en temporada, y una buena rebanada de hogaza. En el descanso nocturno ejercía más dispendio que Ballesteros porque dormía en la misma fonda donde dormían otros colegas que habían ajustado con la posadera un precio más ventajoso al no tener que cambiar las sábanas de unos para otros.<br />
Y Placido también llegaba, en el regreso de Bilbao, en el Correo, sobre las nueve de la tarde y hacía la entrega de los documentos de la correspondencia en el Negociado de Certificados de la Jefatura Provincial de León. ¡Firma en barbecho!, decía siempre mientras sacaba de aquél maletín, que me recordaba a los que llevaban los médicos del Oeste y se veían en las películas, el libro de las Firma-registro de Entrega, un matasellos, el trozo de chorizo y la rebanada de hogaza sobrantes, “el mapón” donde se relacionaban los certificados y las sacas/despacho, una barra de lacre, un trozo de cuerda, algún precinto para las sacas de los paquetes…¡Firma en barbecho!, repetía.<br />
<br />
Aquellos ambulantes en el Correo León-Bilbao, también hicieron muchos kilómetros de traqueteos interminables, de días de fríos intensos en los que las briquetas que les pasaba el maquinista y quemaban en la estufa del vagón-correo, apenas calentaba un ambiente en el que era imprescindible ajustarse bien la gabardina o el abrigo.<br />
<br />
Eran aquellos años, existieron.Andrés Martínez Trapiellohttp://www.blogger.com/profile/14209101470732328691noreply@blogger.com2