lunes, 15 de diciembre de 2008

Podría ser mi hermano, o yo mismo.




RECUERDO INFANTIL

(Para mi hermano ANDRES)




Por la ojiva que da a la sacristía

repasando la sacra, un monaguillo;
lleva en sus años temple de chiquillo
y un sinfín de esperanzas todavía.

Tiene la tez morena y la alegría
de haber memorizado ya al dedillo
tanto latín impreso en el librillo
de Misa; tanto Amén y letanía.

Lleva por credencial sus limpias manos;
por crédito, sus años de inocencia;
por títulos, alguna correría.

Amén de otras ayudas entre hermanos
supimos compartir tiempo y paciencia,
y algún favor entrambos… Todavía.



(José Luis Martínez Trapiello)

1 comentario:

  1. Querido Andrés: este precioso soneto de tu hermano, y sin saber bien porqué, me ha llevado a un viejo poema mío que ya puse en otro Blog el año pasado. Te lo dejo aquí. Con un abrazo. Mariano

    SENTIRSE HERMANO

    Lo inútil es ser dios,
    tejer un sueño
    estéril, solitario:
    de cielo sobre cielo,
    de nada sobre nada,
    de polvo y vanagloria.

    Lo grande es convivir,
    sentirse hermano;
    saber que eres un grano
    pequeño, de la historia.

    Y dar, ser bueno,
    mirar alrededor,
    tener en la mirada
    calor,
    misericordia.

    Amar, amar, amar…
    Sentir esa llamada
    callada
    del fuego, del amor,
    de la concordia.

    Mariano Estrada www.mestrada.net
    Del libro “Vientos de soledad”

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