RECUERDO INFANTIL
(Para mi hermano ANDRES)
Por la ojiva que da a la sacristía
repasando la sacra, un monaguillo;
lleva en sus años temple de chiquillo
y un sinfín de esperanzas todavía.
Tiene la tez morena y la alegría
de haber memorizado ya al dedillo
tanto latín impreso en el librillo
de Misa; tanto Amén y letanía.
Lleva por credencial sus limpias manos;
por crédito, sus años de inocencia;
por títulos, alguna correría.
Amén de otras ayudas entre hermanos
supimos compartir tiempo y paciencia,
y algún favor entrambos… Todavía.
(José Luis Martínez Trapiello)
Querido Andrés: este precioso soneto de tu hermano, y sin saber bien porqué, me ha llevado a un viejo poema mío que ya puse en otro Blog el año pasado. Te lo dejo aquí. Con un abrazo. Mariano
ResponderEliminarSENTIRSE HERMANO
Lo inútil es ser dios,
tejer un sueño
estéril, solitario:
de cielo sobre cielo,
de nada sobre nada,
de polvo y vanagloria.
Lo grande es convivir,
sentirse hermano;
saber que eres un grano
pequeño, de la historia.
Y dar, ser bueno,
mirar alrededor,
tener en la mirada
calor,
misericordia.
Amar, amar, amar…
Sentir esa llamada
callada
del fuego, del amor,
de la concordia.
Mariano Estrada www.mestrada.net
Del libro “Vientos de soledad”